Hemos comenzado una nueva unidad en latín y la primera actividad que hemos realizado ha sido una rutina de pensamiento. Invité a las alumnas a pensar en uno de los contenidos de este tema: el origen de Roma. Durante unos minutos, les propuse pensar qué es lo que saben del origen de Roma y qué les gustaría aprender. Una vez que anotaron su reflexión y que la compartieron, les animé a dejar por escrito una tercera pregunta para reflexionar después de explicar el tema. La pregunta es la siguiente: ¿Qué he aprendido?
Esta rutina nos ayuda a hacernos conscientes de los conocimientos previos de un tema, de lo que nos gustaría aprender y de lo que hemos aprendido después de trabajar el tema.
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