Al comenzar el día, he dedicado un tiempo para realizar, como de costumbre, la reflexión de la mañana. En esta ocasión, pensé que sería bueno realizar una dinámica relacionada con la inteligencia emocional o dicho de una manera más sencilla: poner nombre a lo que sentimos y que lo sepan los demás. Les repartí a cada alumno una tira de papel con algunos emoticonos y les pedí que de forma individual pusieran el sentimiento que ellos creen que representa cada emoticono. A continuación les invité a que lo compartieran en grupos y dialogaran sobre lo que cada uno de ellos había puesto; ver si coinciden o si algún emoticono lo han interpretado de manera diferente. Finalmente, les invité a dibujar o escribir en un pos-it, un sentimiento positivo que tienen en este momento o que está predominando en su vida como algo habitual. Para compartirlo, simplemente lo fuimos pegando en un calendario del mes de Marzo que hemos colgado en la pared del aula. Es importante nombrar lo que sentimos, identificarlo y que los demás sepan cómo nos sentimos.
Nos recordamos entre todos, que los sentimientos positivos también se contagian y que juntos, como grupo, podemos ayudarnos a afrontar la recta final del trimestre de forma positiva y con la energía suficiente para hacer un último esfuerzo antes de vacaciones; un esfuerzo que seguro merecerá la pena.
Nos recordamos entre todos, que los sentimientos positivos también se contagian y que juntos, como grupo, podemos ayudarnos a afrontar la recta final del trimestre de forma positiva y con la energía suficiente para hacer un último esfuerzo antes de vacaciones; un esfuerzo que seguro merecerá la pena.
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